Las empresas se encuentran en las etapas finales de la planificación presupuestaria de 2022 y la ciberseguridad es una de sus principales prioridades. Si bien, tradicionalmente, los departamentos de TI pueden haber luchado para luchar por su parte del presupuesto, el panorama de la seguridad cibernética ahora es diferente. Los directores son muy conscientes de los peligros de los ataques de ransomware, incluidas las enormes pérdidas financieras y los daños a la reputación pública. La revista CPO informa que el costo promedio de un ataque de ransomware se duplicó con creces en 2021, de $ 761,000 a $ 1.8 millones. Ahora es más crítico que nunca presupuestar la seguridad cibernética, ahorrando dinero a su empresa a largo plazo.