Una orden ejecutiva fue emitida por la Administración de Biden el día 12 Mayo º cuyo objetivo es aumentar el nivel de seguridad cibernética en los Estados Unidos. Considerada por muchos como una reacción al ataque del Oleoducto Colonial, la orden ha estado en proceso desde que Biden asumió el cargo, principalmente como una reacción al ataque SolarWinds en 2020. La mayoría de las secciones de la orden están dirigidas a proteger los sistemas del gobierno de EE. UU. , indicando que los modelos de confianza cero y la autenticación de dos factores deben usarse siempre que sea posible. Otras medidas incluyen una mejor colaboración entre departamentos contra las amenazas cibernéticas y pruebas más estrictas sobre la seguridad del software.
